El autocuidado no es egoísmo, es amor propio

J.Lizcano

¿Cuántas veces has sentido culpa por tomarte un respiro, por decir que no, por priorizarte? A muchas mujeres nos han enseñado que estar disponibles para todos, todo el tiempo, es sinónimo de ser buenas, valiosas, indispensables. Pero ni es sostenible ni es justo.

16/07/2025

Cuando hablamos de autocuidado, muchas veces pensamos en una tarde de spa, en un baño de burbujas, en una siesta sin interrupciones. Y aunque todo eso es válido y necesario, el autocuidado va mucho más allá. Tiene que ver con poner límites, nutrir nuestro cuerpo, proteger nuestra energía, y escucharnos ...

Cuando hablamos de autocuidado, muchas veces pensamos en una tarde de spa, en un baño de burbujas, en una siesta sin interrupciones. Y aunque todo eso es válido y necesario, el autocuidado va mucho más allá. Tiene que ver con poner límites, nutrir nuestro cuerpo, proteger nuestra energía, y escucharnos sin juzgar.

Autocuidarse también es apagar el móvil cuando necesitas silencio. Es decir "no puedo" sin dar explicaciones. Es pedir ayuda. Es no exigirte ser perfecta. Es elegir lo que te hace bien, aunque a otros no les parezca.

La culpa, ese viejo hábito femenino

Muchas mujeres cargamos con la creencia de que nuestro valor está en lo que hacemos por los demás. Nos cuesta permitirnos descansar sin sentir que estamos fallando. Nos cuesta priorizarnos sin pensar que somos egoístas.

Pero hay una verdad liberadora: tú también mereces ser cuidada, por ti y para ti. No tienes que estar rota para darte atención. No tienes que llegar al colapso para darte permiso de parar. El autocuidado no es un premio que se gana después de hacerlo todo perfecto. Es una necesidad básica.

Porque cuidarte, cuidarnos, es una forma de decirte a ti misma: "soy valiosa, incluso cuando no estoy produciendo ni complaciendo". Es reconocer que tu bienestar importa. Que mereces respeto, descanso, alegría y paz, simplemente por existir.

El amor propio no siempre se siente como una certeza absoluta. A veces es una práctica silenciosa y diaria. A veces es hacer lo correcto para ti, incluso cuando cuesta. A veces es darte lo que necesitas, aunque sea incómodo al principio.

¿Por dónde empezar?

No necesitas hacer cambios drásticos de un día para otro. Empieza con pequeños gestos que te reconecten contigo, por ejemplo:

- Haz una pausa consciente durante el día solo para respirar y preguntarte: ¿cómo me siento hoy?

- Revisa tu diálogo interno. ¿Te hablas con compasión o con dureza? ¿Le hablarías así a una amiga?

- Elige una actividad que te nutra cada semana, aunque sea por 30 minutos: leer, caminar, bailar, escribir, lo que sea que te haga sentir bien.

- Aprende a decir no sin culpa. Tu tiempo y energía son valiosos, así que no tienes que justificarte.

- Rodéate de personas que te sumen, no de quienes apagan tu brillo o cuestionan tus elecciones.

Reescribir el concepto de autocuidado

Autocuidarte no es una moda, no es superficialidad, no es capricho. Es una necesidad emocional, mental y física. Es una forma de honrar tu vida y tu historia. Es confiar en que cuando tú estás bien, todo lo demás se acomoda con más facilidad.

Y, sobre todo, es entender que no necesitas permiso para estar bien. Ya no es tiempo de postergarte. Es tiempo de tratarte como tratarías a alguien que amas profundamente.

Porque la verdad es esta: no puedes dar desde un lugar vacío. Cuando te eliges a ti, cuando te cuidas sin culpa, no solo floreces tú: también lo hace todo lo que tocas.

Así que, la próxima vez que sientas culpa por priorizarte, recuerda esto: cuidarte no te hace menos generosa, menos comprometida ni menos fuerte. Al contrario, te hace más consciente, más presente y más capaz de vivir desde un lugar auténtico. El autocuidado no es un lujo, es tu derecho. Y practicarlo, cada día, es el acto más valiente de amor propio que puedes regalarte. Porque cuando te eliges, no solo te transformas tú: también transformas el mundo que te rodea.

La maternidad sin estatus: por qué nuestra cultura no reconoce a las madres
Reto 30 días para transformar tu vida sin azúcar y sin redes sociales
¿Notas falta de energía o cansancio en esta época? Puede ser déficit de vitamina D

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy