"En estos viajes largos en los que estamos sentados durante mucho tiempo, los músculos no reciben suficiente oxígeno, lo que puede afectar a nuestra salud muscular. Ese famoso hormigueo, la rigidez e incluso cierta pérdida de la estabilidad al levantarnos son posibles consecuencias de esa falta de movimiento", explica Sergio ...
"En estos viajes largos en los que estamos sentados durante mucho tiempo, los músculos no reciben suficiente oxígeno, lo que puede afectar a nuestra salud muscular. Ese famoso hormigueo, la rigidez e incluso cierta pérdida de la estabilidad al levantarnos son posibles consecuencias de esa falta de movimiento", explica Sergio García Herrero, fisioterapeuta experto en recuperación de Hyperice y propietario de TG Sport Clinic.
Sin embargo, el experto de Hyperice aconseja adoptar algunos hábitos antes, durante y después del viaje que marcarán la diferencia en tu recuperación muscular después de viajes largos:
La falta de hidratación puede generar una mayor sensación de fatiga muscular, calambres y una circulación más lenta. Por eso, es muy importante beber agua de manera frecuente, incluso sin tener sed. Se puede incluso optar por infusiones, pero es mejor evitar tomar bebidas alcohólicas, con cafeína o azucaradas en exceso.
Pasar mucho tiempo parado hace que el flujo sanguíneo se reduzca, haciendo que las piernas se sientan más pesadas y entumecidas de lo habitual. Hacer estiramientos suaves o caminar unos minutos ayuda a mejorar la cirulación, haciendo que los músculos se sientan menos pesados. Si el viaje es en tren, barco o avión, lo ideal es levantarse cada hora y aprovechar los pasillos para dar pequeños paseos e incluso hacer estiramientos de tobillos, cuello y hombros en el propio asiento. Si en cambio la ruta es en coche, lo más recomendable es realizar pausas cada dos horas no solo para evitar la fatiga mental, sino también la física con el objetivo de reducir las posibilidades de llegar contracturado al destino.
Para aportar un extra al cuidado muscular, lo ideal es complementar la rutina con el uso de tecnología de recuperación. Así, teniendo en cuenta que las piernas, la espalda y el cuello son las zonas más afectadas en los viajes, lo aconsejable es utilizar dispositivos como las botas de compresión que ayudan a mejorar la circulación y reducir la hinchazón y las pistolas de masaje que alivian la tensión muscular y favorecen la relajación. Estos se pueden utilizar en cualquier medio de transporte. De hecho, tanto las botas Normatec 3 Legs de Hyperice como su Hypervolt Go 2 cuentan con el certificado TSA, que permite llevarlos en el avión y otros transportes.
Al llegar al destino, camina durante unos 15 o 20 minutos para reactivar el cuerpo después de haber pasado tantas horas sentado. Además, si complementas este paseo con una pequeña rutina de estiramientos, lograrás aliviar la rigidez muscular y acelerar el proceso de recuperación muscular.
"Incorporar hábitos sencillos puede transformar por completo la experiencia del viaje. Basta con dedicar unos minutos a cuidar nuestro cuerpo para evitar dolores musculares y poder disfrutar al máximo de las vacaciones", concluye Sergio García Herrero, fisioterapeuta experto en recuperación de Hyperice y propietario de TG Sport Clinic.