Este experto reconoce que la infertilidad es una tendencia ascendente que afecta tanto a hombres como mujeres. "En ellos se observa una progresiva reducción en calidad espermática posiblemente relacionada con varios factores como la exposición a disruptores endocrinos, la obesidad y el consumo de tóxicos como tabaco, mientras que en ellas el factor más ...
Este experto reconoce que la infertilidad es una tendencia ascendente que afecta tanto a hombres como mujeres. "En ellos se observa una progresiva reducción en calidad espermática posiblemente relacionada con varios factores como la exposición a disruptores endocrinos, la obesidad y el consumo de tóxicos como tabaco, mientras que en ellas el factor más relevante es el retraso de la maternidad, lo que reduce la respuesta ovárica y la calidad ovocitaria, aunque se suman también otros factores como la obesidad, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el estrés y la exposición ambiental a tóxicos y contaminantes", explica.
Eva y Juliana han pasado por diversos problemas de infertilidad y son todo un ejemplo de lucha y tesón, gracias a las técnicas de reproducción asistida. Ahora son mucho más felices. Conocemos sus testimonios.
Eva: "es importante no cerrarse en banda y ser consciente de que, si no va adelante, es porque otras cosas nos esperan"
Eva, tras un año intentando quedar embarazada y realizados tres intentos fallidos de FIV por el SERGAS, decidió recurrir a IVI donde optamos por el proceso de ovodonación. "El problema como tal no está identificado, pero sí que los intentos de un embarazo por proceso natural no daban su fruto".
En cuestión de dos meses estuvieron realizadas las pruebas pertinentes, encontrada la donante y realizada la transferencia. Fue más rápido de lo esperado. "La información aportada es concisa desde el primer momento, lo que hace que se lleve mucho mejor los tiempos. El equipo te acompaña ante cualquier duda, dando rápida respuesta", nos responde Eva.
En un principio, Eva reconoce que psicológicamente se lleva peor, sobre todo por las esperas y la búsqueda de éxito inmediato, "pero una vez en el proceso yo lo viví con optimismo y abierta a lo que pudiera pasar. Creo que es muy importante no cerrarse en banda y ser consciente de que, si no va adelante, es porque otras cosas nos esperan".
En su caso, hasta día de hoy no tuvo una sintomatología emocional negativa, ni previo al proceso, ni durante el mismo. Eva recomienda las técnicas de reproducción asistida si es algo importante en la vida de una persona, ser madre, y por medios naturales no es posible.
"Partiendo de la base que estoy en la semana 10 de embarazo y que el proceso fue bien, me siento feliz. Con lo que sé hoy, y después del camino recorrido, hubiese recurrido a estas técnicas mucho antes", responde.
Juliana: "el diagnóstico de infertilidad te sacude"
Mientras que Juliana relata que ella y su pareja llevaban un tiempo buscando el embarazo y no lo conseguían. "El problema resultó ser disponer de baja reserva ovárica (bajo recuento de ovocitos), por lo que la recomendación médica fue recurrir a técnicas de fertilidad porque las posibilidades de conseguir un embarazo de forma "convencional" eran muy bajas".
Hace casi dos años, iniciaron un proceso de reproducción asistida, completando varios intentos de FIV (fecundación in vitro) sin éxito por anomalías cromosómicas en los embriones resultantes. "Finalmente, se nos recomendó realizar una FIV con óvulo procedente de donante", relata.
El proceso es largo y comienza con la preocupación porque el embarazo no llega. Juliana especifica que entonces se confirma una sospecha: existe una dificultad. En ese momento es importante disponer de una red que te ayude. "La red empieza en casa con tu pareja y familia, amigos y, por supuesto, con un equipo médico que te informa, guía y acompaña en el proceso".
Durante muchos momentos se siente una especie de desesperanza, una sensación de que "no se va a conseguir"; sumado a que, como paciente, has "pausado" muchos aspectos de tu vida por la planificación del proceso. "En estos momentos, a mí me ayudó mi "red de apoyo" y mi trabajo (que me encanta)".
Juliana ha pasado momentos difíciles: "el diagnóstico de infertilidad te sacude. Afloran muchos sentimientos. El primero que recuerdo es culpa: ¿por qué esperé tanto para intentarlo?, ¿por qué dediqué tantas horas a mi carrera profesional? La frustración y el miedo también acompañan. La tristeza y la rabia, en mi caso, iban de la mano".
Destaca que es difícil alegrarse por embarazos ajenos, de forma totalmente inconsciente y asociado aún a más culpa. "en estos momentos la autoestima no se encuentra en su mejor momento. Y algo de vergüenza también acompaña. Pero, a pesar de que todos esos sentimientos fueron más o menos constantes a lo largo del proceso, finalmente una consigue no sentirse definida por ellos".
Juliana aconseja someterse a técnicas de reproducción asistida, si una desea ser madre, el diagnóstico de infertilidad no debe percibirse como una barrera insalvable. "Después del shock inicial, buscar ayuda es casi la respuesta natural. Las técnicas de reproducción asistida que, a lo largo de muchos años, se han vivido rodeadas de mucho secretismo, ahora se perciben como un procedimiento terapéutico más (o así debería ser)", especifica.
Tiene claro que hay que buscar un equipo profesional que informe con claridad de las expectativas, acompañe y guíe en el proceso "(yo lo encontré). Los miedos físicos son normales (al dolor, a los pinchazos, a los procedimientos quirúrgicos) sin embargo, ese miedo pronto desaparece y se sobrelleva sin dificultad. Los miedos psicológicos son los más complicados de afrontar, pero también se consigue".
Juliana está embarazada y se siente con mucha ilusión y algunos miedos. "Supongo que en la misma situación que cualquier madre primeriza. También muy agradecida al equipo de profesionales de IVI que me ayudaron".