El aparato digestivo nota los cambios propios del verano y las vacaciones. En esta época es común alterar la rutina, especialmente los horarios de sueño. "Como consecuencia de trasnochar más, a menudo se dan casos de saltarse el desayuno o el almuerzo, favoreciendo la aparición de molestias digestivas como hinchazón, ...
El aparato digestivo nota los cambios propios del verano y las vacaciones. En esta época es común alterar la rutina, especialmente los horarios de sueño. "Como consecuencia de trasnochar más, a menudo se dan casos de saltarse el desayuno o el almuerzo, favoreciendo la aparición de molestias digestivas como hinchazón, pesadez y dolor en la parte alta del estómago", nos explica Enrique Rey, docente y Vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador de Schwabe Farma Ibérica.
Esas molestias tienen un nombre: dispepsia funcional, es un trastorno digestivo funcional que afecta hasta al 40% de la población y se caracteriza por molestias como hinchazón, sensación de pesadez y dolor en la parte superior del estómago. "En España, esta condición se manifiesta con mayor frecuencia en las personas jóvenes: adultos de entre 18 y 39 años presentan la tasa más alta (10,2%), mientras que en individuos de mediana edad baja al 6,4%, y se reduce aún más a un 3,9% en mayores de 65 años", señala al respecto el doctor.
Cambios en la dieta, comidas copiosas, horarios irregulares, etc. ¿Es posible compatibilizar estos factores que suelen ser inevitables durante la época estival, con unos hábitos que prevengan el riesgo de molestias digestivas? En cierta forma, sí. Como desarrolla Rey, "es importante tratar de conservar horarios fijos de comida, priorizar alimentos frescos y ligeros como frutas, verduras y pescados".
Será de ayuda también evitar los alimentos grasos, "que retrasan el vaciamiento gástrico y estimulan la liberación de colecistoquinina, una hormona digestiva que puede aumentar la sensación de plenitud precoz y distensión abdominal". Al igual que los alimentos picantes, especialmente los que contienen compuestos químicos como capsaicina, ya que "pueden activar receptores de dolor en el tracto gastrointestinal, lo que incrementa la sensibilidad visceral y causa molestias como ardor o dolor epigástrico", agrega.
Por otro lado, el experto advierte de que "las bebidas carbonatadas introducen gas en el estómago, lo que puede contribuir a la distensión abdominal, eructos y sensación de presión, exacerbando los síntomas dispépticos". Por último, recuerda que la hidratación es clave, "por lo que se recomienda beber suficiente agua y limitar bebidas irritantes como el café o el alcohol".
En cualquier caso, destaca la importancia de acudir a un profesional de la salud al notar síntomas para obtener un diagnóstico. "Se puede hacer uso de medicamentos de origen natural como Gastropan, que está compuesto por una combinación de aceites esenciales de menta y de alcaravea que ayudan a combatir los síntomas digestivos más frecuentes como la flatulencia, la hinchazón, el dolor abdominal y los calambres", concluye.