Volver a ser principiante puede ser una de las cosas más sanadoras que puedes hacer por ti. En esvivir.com te animamos a recuperar ese espíritu curioso y valiente. A volver a aprender por el simple placer de hacerlo. Sin presiones. Sin comparaciones. Y sobre todo, sin dejar que el miedo al ...
Volver a ser principiante puede ser una de las cosas más sanadoras que puedes hacer por ti.
En esvivir.com te animamos a recuperar ese espíritu curioso y valiente. A volver a aprender por el simple placer de hacerlo. Sin presiones. Sin comparaciones. Y sobre todo, sin dejar que el miedo al ridículo apague las ganas.
Todo lo que hoy haces con soltura empezó con dudas. Aprender algo nuevo siempre tiene una etapa torpe, lenta, incómoda. Y está bien. Es parte del proceso. No eres menos capaz por equivocarte. Eres humana.
Recuerda:
Las redes sociales han distorsionado nuestra percepción del progreso. Ves a alguien pintando, bailando, hablando otro idioma… y crees que tú jamás llegarás ahí. Pero lo que no ves son sus ensayos, sus errores, sus momentos de duda.
En lugar de compararte con otras:
Aprender algo nuevo no debería ser una carga ni una moda. Deja fuera la obligación y conéctate con la curiosidad. ¿Qué te apetece de verdad? ¿Qué te intriga? ¿Qué actividad te haría sonreír aunque no te salga perfecta?
Puedes probar con:
Lo importante no es si lo haces bien. Es si te hace bien.
Cuando tropieces -porque lo harás- cuida cómo te hablas. No digas "soy un desastre". Di "estoy empezando". No pienses "no sirvo para esto". Piensa "ahora me cuesta, pero puedo mejorar".
Cambiar tu lenguaje interno también cambia tu experiencia:
Y, además, te abre a conocer gente nueva, a romper rutinas y a sentirte viva de otra forma.
Ser principiante no es volver atrás. Es avanzar desde otro lugar. Más libre, más consciente, más tuyo. Así que si llevas tiempo con esa idea rondando -ese taller, ese instrumento, ese idioma—, quizá este sea el momento.
No para hacerlo perfecto. Si no para hacerlo por ti. Porque aún puedes. Porque aún quieres. Y porque no hay nada más valiente que volver a empezar… con ganas.