No solo la cantidad, sino también el momento. Un importante estudio internacional ha descubierto que, a la hora de elegir una pareja a largo plazo, no solo tenemos en cuenta cuántas parejas sexuales ha tenido la otra persona, sino también cuándo tuvieron lugar esos encuentros. Es la primera vez que ...
No solo la cantidad, sino también el momento. Un importante estudio internacional ha descubierto que, a la hora de elegir una pareja a largo plazo, no solo tenemos en cuenta cuántas parejas sexuales ha tenido la otra persona, sino también cuándo tuvieron lugar esos encuentros. Es la primera vez que la ciencia explora esta variable, por lo que los hallazgos aportan una nueva perspectiva sobre psicología de pareja.
Dirigido por la Universidad de Swansea, en Reino Unido, el estudio encuestó a más de 5.000 participantes de 11 países de los cinco continentes. Encontró que las personas generalmente estaban menos dispuestas a comprometerse con alguien con un alto número de parejas sexuales pasadas, pero eran más abiertas si esos encuentros se habían vuelto menos frecuentes con el tiempo, lo que sugiere un alejarse del sexo casual.
El investigador principal, Andrew G. Thomas, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Swansea explica que "las personas usan la historia sexual como señal para evaluar el riesgo de la relación. En nuestro pasado ancestral, conocer el historial sexual de alguien podría ayudar a las personas a evitar riesgos como ITS, infidelidad, inestabilidad emocional o rivalidad con exparejas".
"Estudios previos han demostrado que las personas generalmente están menos inclinadas a buscar relaciones con personas que han tenido muchas parejas sexuales en el pasado. Sin embargo, lo que es particularmente interesante de los hallazgos de este estudio es que este efecto disminuye cuando esos encuentros ocurrieron principalmente en el pasado y esto es algo que encontramos en todo el mundo", agrega el experto.
A los participantes se les mostraron líneas de tiempo visuales simples que representaban la historia sexual de una pareja potencial. Cada línea de tiempo mostró el mismo número de parejas pasadas, pero con diferentes patrones: algunos se concentraron al principio de la vida, otros se extendieron e y algunos disminuyeron con el tiempo. Luego, los participantes evaluaron su voluntad de buscar una relación comprometida, revelando que el momento de los encuentros pasados, particularmente si la actividad sexual con nuevas parejas se había ralentizado con el tiempo, dio forma significativamente a sus percepciones.
Publicado en Scientific Reports, el estudio encontró poca evidencia de un doble rasero sexual, con participantes masculinos y femeninos evaluando la historia sexual de manera similar. Solo se observaron diferencias menores de sexo entre países y culturas. "Los resultados de este estudio apuntan a una falta de doble moral sexual, desafiando la idea de que las mujeres son juzgadas más severamente por su pasado sexual que los hombres", asegura Thomas.
El estudio también analizó cómo las propias actitudes de las personas hacia el sexo casual influyeron en sus puntos de vista. Aquellos que estaban más abiertos a las relaciones casuales se vieron menos afectados por la historia sexual de una pareja, aunque todavía mostraron cierta sensibilidad a ella.
"El discurso torno a la historia sexual de las personas puede ser muy condenatorio, pero los resultados de este estudio revelan que la imagen es mucho más matizada. Nos han llevado a creer que la sociedad juzga duramente a aquellos con un pasado sexualmente aventurero, pero como individuos, las personas son de hecho mucho más indulgentes, particularmente si el enfoque de alguien sobre el sexo ha cambiado. Los resultados de este estudio no solo arrojan luz sobre la naturaleza universal de nuestra psicología sexual, sino que podrían usarse para combatir la discusión misógina de la historia sexual", concluye el autor.