Aunque mantengamos cierta constancia en el cuidado facial, tras semanas de sol y reaplicaciones constantes de fotoprotector, muchas pieles llegan desequilibradas. "Uno de los factores más agresivos es el contraste térmico entre calor y aire acondicionado, que deshidrata y altera la barrera natural", explica Galiana, experta en dermocosmética (Farmacia Puente ...
Aunque mantengamos cierta constancia en el cuidado facial, tras semanas de sol y reaplicaciones constantes de fotoprotector, muchas pieles llegan desequilibradas. "Uno de los factores más agresivos es el contraste térmico entre calor y aire acondicionado, que deshidrata y altera la barrera natural", explica Galiana, experta en dermocosmética (Farmacia Puente de la Virgen, Elche).
Esta situación se acentúa en mujeres a partir de los 45 años. "Durante la perimenopausia la piel se vuelve más fina, menos tolerante y con menor capacidad de autorregulación, por lo que los efectos del verano se notan más", señala la experta.
Algunos síntomas evidentes de que la piel está saturada son:
Pérdida de luminosidad.
Textura irregular y sensación de tirantez.
Deshidratación, brotes o rojeces.
En perimenopausia: sequedad, sensibilidad y regeneración más lenta.
La tentación de limpiar en exceso o probar demasiados productos nuevos a la vez puede ser contraproducente. "El error más habitual es exfoliar demasiado o introducir demasiados activos de golpe. Esto puede ser un shock para la piel, especialmente en la perimenopausia", advierte Galiana.
En su lugar, recomienda optar por exfoliaciones suaves como los peelings enzimáticos, que respetan la barrera cutánea y evitan la irritación.
Más que un detox cosmético, la clave está en un reset consciente: simplificar la rutina y volver a lo esencial. Galiana recomienda calmar, hidratar y reparar con fórmulas limpias y activos bien definidos:
Calmantes: niacinamida, pantenol, centella asiática o prebióticos.
Hidratantes y reparadores: ácido hialurónico en varios pesos moleculares, ceramidas, escualano.
En pieles maduras: péptidos y aceites vegetales no comedogénicos.
El objetivo es restaurar la función barrera, que tras el verano suele estar deteriorada y, en perimenopausia, pierde lípidos y agua con mayor facilidad.
Por la mañana:
Limpieza suave con textura cremosa.
Bruma calmante o tónico hidratante.
Sérum con ácido hialurónico y niacinamida.
Crema ligera con ceramidas.
Protector solar diario.
Por la noche:
Doble limpieza: aceite o bálsamo + limpiador cremoso.
Sérum regenerador con bakuchiol o péptidos.
Crema rica en lípidos para restaurar elasticidad.
Extra: una o dos veces por semana, peeling enzimático suave para refinar la textura y devolver luminosidad sin comprometer la barrera.
Para quienes buscan eficacia sin complicaciones, SkinRoutine by Paloma Sancho ofrece una línea completa con los básicos para cuidar la piel los 365 días del año:
Aceite desmaquillante (19,95 €).
Gel limpiador (17,95 €).
Sérum antioxidante (39,95 €).
Sérum retinol (39,95 €).
Contorno de ojos (29,95 €).
Crema facial hidratante (29,95 €).
También están disponibles rutinas dúo y packs como la Doble Limpieza (31,95 €) o los kits de cuidado día y noche (58 € cada uno).



"La piel refleja lo que ocurre en el interior", recuerda Galiana. En esta etapa de cambios hormonales, los complementos con colágeno hidrolizado, omega 3, antioxidantes o fitoestrógenos son aliados clave. Junto a una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables, y una correcta hidratación, potencian los resultados del cuidado tópico.