Si eres de los que ven maratones de series, probablemente te hayas dicho a ti misma 'solo un episodio más' miles de veces para luego no cumplirlo. Y aunque esto puede parecer un mal hábito, un nuevo estudio de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) sugiere que no apagar la ...
Si eres de los que ven maratones de series, probablemente te hayas dicho a ti misma 'solo un episodio más' miles de veces para luego no cumplirlo. Y aunque esto puede parecer un mal hábito, un nuevo estudio de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) sugiere que no apagar la televisión puede tener algunos beneficios.
Si a menudo ves capítulo tras capitulo, puede ser más difícil que una historia se te olvide, según los investigadores. Pero eso no es necesariamente malo. El estudio descubrió que las personas que ven maratones de películas, series o libros son más propensas a recordar historias y a seguir enganchadas a ellas a través de ensoñaciones y fantasías.
"Los humanos somos criaturas narrativas", afirma Joshua Baldwin, autor principal del estudio e investigador postdoctoral en la Universidad de Georgia. "Una de las funciones de las narrativas es la capacidad de satisfacer motivaciones como conectar con otras personas, sentirse autónomo y seguro, e incluso sentirse seguro. Las historias tienen personajes que cumplen estos roles, y podemos satisfacer esas necesidades a través de ellos".
Así pues, engancharse a una serie puede ayudar a los espectadores a construir mundos mentales donde las historias continúan incluso después de terminar la serie. Y estos relatos pueden ayudarles a afrontar momentos de estrés.
Uno de los hallazgos es que tragarse una ficción del tirón puede ayudar a que las historias sean más memorables, ya que ayuda a los espectadores a conectar los hilos argumentales y a obtener una visión más amplia de la historia. Esto es especialmente cierto en el caso de las series más largas, con muchas tramas y personajes diferentes que seguir.
El estudio sugiere que quienes hacen maratones de series son más propensos a pensar en las historias que han terminado que quienes consumen medios con mayor lentitud. "Quienes tienen el hábito de hacer maratones de series a menudo no lo hacen de forma pasiva, sino que piensan activamente en ellas después", apunta. "Tienen muchas ganas de conectar con las historias, incluso cuando no están presentes para verlas".
Para imaginar una historia, es necesario tener un buen recuerdo de ella. La mayoría de los participantes afirmó que tienden a recordar y fantasear con más frecuencia sobre historias que disfrutaron o que consideraron conmovedoras y significativas. En general, los encuestados afirmaron que las series de televisión eran más memorables que los libros. Pero eso no significa que los libros sean olvidables. "Si pensamos en las personas que son ávidas lectoras, como quienes leen un libro completo de principio a fin, es posible que tengan una mejor memoria del libro y una mayor probabilidad de conectar con la historia mentalmente después de terminarlo", agrega el autor.
Si bien es necesario explorar más a fondo sus efectos en el bienestar, los aspectos positivos y negativos de los maratones de series pueden depender de cada individuo, los investigadores concluyeron que "existe un gran debate sobre si los medios de comunicación son buenos o malos, pero siempre se trata de un argumento con matices. Siempre depende del contenido en sí, del motivo por el que la gente los ve, de los antecedentes psicológicos del individuo y del contexto".