Patatas bravas, aceitunas, croquetas o calamares suelen reinar en las terrazas alrededor de la 13:00h y, aunque no hay que caer en demonizar alimentos o clasificarlos en "buenos" o "malos", lo cierto es que la frecuencia con que los consumimos influye en nuestro patrón de alimentación y puede tener un ...
Patatas bravas, aceitunas, croquetas o calamares suelen reinar en las terrazas alrededor de la 13:00h y, aunque no hay que caer en demonizar alimentos o clasificarlos en "buenos" o "malos", lo cierto es que la frecuencia con que los consumimos influye en nuestro patrón de alimentación y puede tener un impacto en nuestra salud a largo plazo.
Lejos de eliminar este momento tan arraigado en nuestra cultura, los expertos insisten en la importancia de aprender a elegir. "No se trata de prohibir, sino de encontrar la manera de disfrutar de la tradición del aperitivo con opciones más ligeras y nutritivas que aporten variedad a la dieta", explica Isabel Martorell, doctora en Biomedicina y responsable del equipo de Nutrición y Salud de Nootric. De hecho, introducir alternativas saludables no solo ayuda a cuidar el organismo, sino que también puede sorprender al paladar con combinaciones frescas y llenas de sabor.
"Cuando proponemos alternativas saludables no significa que haya que desterrar para siempre las croquetas o las bravas, sino aprender a equilibrar", explica Martorell. "La clave está en la frecuencia y en la variedad y, sobre todo, en no olvidar que el aperitivo es también un momento de conexión social que aporta bienestar más allá de lo físico", añade la doctora.