6 recomendaciones para ayudar a los niños con alta sensibilidad

Carmen Reija

La sensibilidad de procesamiento sensorial se considera un rasgo temperamental o de personalidad definido por una alta sensibilidad sensorial, emocional y social. Describe las diferencias individuales que se presentan en la percepción de estímulos ambientales, el procesamiento de la información y la capacidad de respuesta. Este rasgo fue descrito por primera vez en 1997 y, a partir de las primeras investigaciones, numerosos estudios han seguido profundizando, debido al interés social generado.

13/11/2025

La alta sensibilidad no es una enfermedad sino una característica que está presente en un porcentaje de la población relativamente bajo (aproximadamente un 15% o 20%, según los datos que manejan los expertos). Se considera que tiene un componente genético, aunque también puede deberse a experiencias sensoriales intensas en edades ...

La alta sensibilidad no es una enfermedad sino una característica que está presente en un porcentaje de la población relativamente bajo (aproximadamente un 15% o 20%, según los datos que manejan los expertos). Se considera que tiene un componente genético, aunque también puede deberse a experiencias sensoriales intensas en edades tempranas. Aprender a detectar la alta sensibilidad de un niño es importante para poder comunicarnos con él de forma eficaz y poder proporcionarles las rutinas y el control que precisan.

Los especialistas señalan que, entre las características de la alta sensibilidad de los niños destacarían:

-Presentan mayor sensibilidad a nivel emocional, un sistema nervioso central más reactivo ante estímulos sensoriales y un cerebro más perceptivo que recibe una gran cantidad de información de forma simultánea. Esto ocasiona que, ante situaciones normales y tolerables para otros niños, los niños con alta sensibilidad llegan a saturarse física y emocionalmente, pudiendo sentir ansiedad.

-Tienen una gran inteligencia emocional, que les lleva a percibir como suyas las emociones de los demás, incluso cuando miran una película o leen un cuento.

-Les resulta difícil adaptarse a los cambios.

-Dificultades para gestionar correctamente las emociones intensas.

-Cuando deben tomar decisiones con rapidez, deben hacer un esfuerzo extra que les resulta agotador porque tienen una percepción profunda de la realidad.

-En ocasiones, tienen un mayor desarrollo de uno o varios sentidos.

-Suelen presentar una gran capacidad creativa.

-Expresan reacciones exageradas (llanto, ira o tristeza profunda).

-Pueden presentar alteraciones físicas (alergias, piel atópica o dificultad para conciliar el sueño).

-Se muestran tímidos, reservados y perfeccionistas.

-Prefieren situaciones de tranquilidad. Pueden ser sensibles al dolor, a la luz, a los ruidos, a que los toquen, a los gritos o al conflicto, lo que puede provocar que se bloqueen rápidamente o expresen irritabilidad en situaciones que resultan violentas o desbordantes para ellos.

-Son muy empáticos y sensibles.

-Somatizan el estrés.

Los especialistas señalan que, entre las recomendaciones para ayudar a los niños con alta sensibilidad destacarían:

1-Ayudar en su autorregulación. Es necesario comprender la situación que el niño percibe y utilizar un tono de voz tranquilo y sosegado.

2-Entender sus reacciones, reconocer los desencadenantes de cada niño y utilizar distracciones adecuadas para manejar correctamente los estímulos sensoriales.

3-Facilitar la toma de decisiones. Ayudarle a entender que pueden equivocarse sin sufrimiento.

4-Implementar rutinas para darle seguridad, estabilidad y equilibrio y así reducir la sensación de estrés que le genera la incertidumbre.

5-Permitir momentos de inactividad. Encontrar paz en el medio de la actividad le ayudará a autorregularse y reducir la intensidad de la emoción que están sintiendo.

6-Proporcionar anticipación a los cambios que se puedan producir. Saber lo que va a pasar aumentará la probabilidad de aceptación dela nueva situación.

Mujer del Mes de Octubre: Neus Moya y su revolución con el calzado respetuoso
El aguacate en la menopausia: beneficios, recetas y cómo incorporarlo a la dieta
La maternidad sin estatus: por qué nuestra cultura no reconoce a las madres

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy