Aldea es un refugio en pleno corazón del Born de Barcelona, cuya decoración inspirada en los cenotes mexicanos, te traslada a un oasis en plena ciudad. Aquí los protagonistas son los sandos, unos sándwiches artesanales con rellenos contundentes que mezclan los sabores mediterráneos con los mexicanos y los del Caribe. ...
Aldea es un refugio en pleno corazón del Born de Barcelona, cuya decoración inspirada en los cenotes mexicanos, te traslada a un oasis en plena ciudad. Aquí los protagonistas son los sandos, unos sándwiches artesanales con rellenos contundentes que mezclan los sabores mediterráneos con los mexicanos y los del Caribe. Además, hay marisco fresco, opciones vegetales y platos que rinden homenaje a la cocina barcelonesa con un giro inesperado.
Pero, sin duda, su gran apuesta son los cócteles de autor. Unos combinados con destilados propios surgidos de un rotovapor, que les permite jugar con sabores únicos y dar un toque personal a cada creación. Unas propuestas con las que sus anfitriones, Silvia y Fran, cuentan su historia, sus recuerdos, los lugares visitados y sus experiencias.

Una historia plagada de lugares y recuerdos. Silvia, austriaca de nacimiento, ha recorrido un camino excepcional tras la barra. Desde sus inicios en Londres, pasando por Austria, Barcelona, Ibiza, México y las Islas Caimán. Fran por su parte, formando en Italia, comenzó su recorrido en Londres, para después viajar a Australia y Asia donde descubrió en la coctelería una profesión que unía la creatividad con su espíritu viajero.
Todos esos viajes, sabores del mundo y experiencias son la base para la creación de sus cócteles tan especiales. En los que cada sorbo te trasladarán a un lugar y un momento que han servido para su inspiración. Unos cócteles que has de saborear con calma. La misma que ofrece el espacio en el que se ubica Aldea. Un rincón en el que la música, la luz y los sabores están meticulosamente pensados para sentirte en paz, alejarte del estrés diario y disfrutarlo en calma.
Su nombre Aldea es precisamente un homenaje a las pequeñas comunidades de Austria e Italia de donde son sus fundadores. Esas aldeas donde todo se hace con mimo, se valora lo auténtico, lo hecho a mano, lo que se crea con amor. Un lugar genuino, cercano y con alma, como lo es Aldea.

Sus cócteles son originales, con una combinación de ingredientes sorprendente. Como su cóctel Boteco con maracuyá, ahiitake, arce y bourbon, o el Coral Reef Club, con destilado de concha de ostra, eneldo, frambuesa, cava y vodka.
Un establecimiento con pocos meses de vida que poco a poco se va afianzando como un nuevo place to be que hay que visitar. No solo por sus originales y exquisitos cócteles, ni por su comida, ni su tranquilo ambiente, sino por todo ello. Un proyecto que va más allá de la propuesta gastronómica, ya que aquí también se realizan masterclasses, eventos y colaboraciones creativas.