 
   Comer es una actividad indispensable para cualquier ser humano en cualquier parte del mundo, pero el sector alimentario alcanza el 30% del total global de emisiones de gases de efecto invernadero (solo la agricultura supone el 14% del total global) y es el segundo sector que más aporta al calentamiento ...
Comer es una actividad indispensable para cualquier ser humano en cualquier parte del mundo, pero el sector alimentario alcanza el 30% del total global de emisiones de gases de efecto invernadero (solo la agricultura supone el 14% del total global) y es el segundo sector que más aporta al calentamiento global.
En este contexto ha ganado popularidad la Dieta de Salud Planetaria (DSP), o también llamada climatarian, cuyo objetivo principal es combatir los efectos nocivos de la contaminación del medio ambiente y del cambio climático, tales como el aumento de temperatura global, la propagación de enfermedades, el aumento de plagas, el cambio de ecosistemas y la falta de disponibilidad y encarecimiento de los alimentos. Esta pauta de alimentación recomienda el consumo de 2500 kcal/día y se basa en el aumento de la ingesta de algunas frutas, verduras, nueces y legumbres, junto con pequeñas porciones de carne y lácteos.
Según la comisión EAT-The Lancet, los cambios dietéticos a partir de las dietas actuales a dietas en salud planetaria, impulsarán la transición hacia un sistema alimentario global sostenible para 2050, que garantizará alimentos saludables para todos. Esta dieta promueve la salud y el bienestar al reducir el riesgo de sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles. Además, se estima que puede prevenir hasta 11 millones de muertes prematuras en adultos por año.
Las conclusiones de un reciente estudio de la Universidad de Cambridge van en consonancia con esas previsiones, en tanto que señalan que una dieta rica en cereales integrales, frutas y verduras y baja en productos animales y bebidas azucaradas es más sostenible y está relacionada con un menor riesgo de diabetes tipo 2 que una dieta que escatima en alimentos vegetales y es rica en alimentos como la carne roja.
El autor principal del estudio, Solomon Sowah, y sus colegas de la Unidad de Epidemiología del MRC, evaluaron las dietas de 23.700 participantes del estudio EPIC-Norfolk para evaluar su adherencia a la DSP.
Los científicos rastrearon cuántos participantes del estudio desarrollaron diabetes tipo 2 durante los siguientes 20 años y descubrieron que casi 3.500 participantes desarrollaron la enfermedad. Quienes se encontraban en el 20% superior de adherencia a la dieta presentaron una incidencia de diabetes tipo 2 un 32% menor que quienes se encontraban en el 20% inferior, y se estimó que sus emisiones de gases de efecto invernadero fueron un 18% menores.
Así las cosas, los autores concluyen que promover la adherencia a la dieta de salud planetaria en la población general debería considerarse como parte de las estrategias dirigidas a la prevención de la diabetes tipo 2 y, al mismo tiempo, a la reducción del impacto ambiental adverso asociado a la producción de alimentos.
Sin embargo, reconocen que sus hallazgos observacionales no muestran que la falta de adherencia a la dieta saludable planetaria cause diabetes tipo 2.