El color naranja es uno de los colores que nos regala el otoño. Las zanahorias, boniatos, naranjas, calabazas y mangos están revestidos de esta vistosa tonalidad que procede de los betacarotenos, unas sustancias encargadas de proteger del impacto de los rayos solares en la piel, de contrarrestar los efectos del ...
El color naranja es uno de los colores que nos regala el otoño. Las zanahorias, boniatos, naranjas, calabazas y mangos están revestidos de esta vistosa tonalidad que procede de los betacarotenos, unas sustancias encargadas de proteger del impacto de los rayos solares en la piel, de contrarrestar los efectos del envejecimiento, cuidar de nuestro sistema nervioso, cardiovascular, de los huesos y las articulaciones. También protegen la vista. Pero no solo están presentes en estos alimentos, sino que se encuentran en los de hoja verde, como las espinacas o el brócoli. En esta época de transición, en la que nos mentalizamos de que el frío, la lluvia, las tormentas y los catarros y gripes se mostrarán en su pico más alto, es necesario cambiar un poco el tipo de menú que estábamos haciendo en las épocas más calurosas, optando por platos más calentitos, contundentes y cargados de nutrientes: sopas, caldos, potajes, guisos, cremas, purés, etc. Las cremas son una de las recetas más fáciles de preparar, ya que después de realizar un sofrito base con la cebolla, el ajo y el tomate, incorporamos el resto de verduras y hortalizas, las cubrimos de agua para que se cuezan, las aderezamos con una pizca de sal y las especias que más nos gustan. Mientras se van haciendo podemos aprovechar para adelantar y hacer otras tareas. Después, solo tendríamos que triturarlas con la batidora, el procesador de alimentos o pasarlas por el pasapurés hasta obtener la textura deseada. Hay quien a la hora de servirlas le da el toque final con unas pipas de calabaza o pipas de girasol, un chorrito de aceite, pimentón, nuez moscada, comino o pimienta, entre otras opciones.
Para que puedas incorporar alguna idea más a la lista, te proponemos que te dejes llevar y mezcles el boniato con la naranja, como recomiendan en el videotutorial de En un pis pas. Aunque a simple vista podrías pensar que no combinan muy bien ambos sabores, verás como cambias de opinión. Por un lado, el boniato te proporcionará dulzor y permitirá que tu crema espese, mientras que la naranja, te dará un sabor cítrico, que es totalmente opuesto al otro, pero que generará un característico contraste en tu paladar. Y si, además, le añades nuez moscada o pimentón picante, la experiencia gastronómica será todavía mayor. La incorporación del zumo de naranja y el boniato serán beneficiosos para estimular el funcionamiento del aparato digestivo, mejorar la salud ocular, subir las defensas, reducir los calambres, actuar contra el envejecimiento celular, favorecer el sistema circulatorio y prevenir la anemia.
Crema de boniato y zumo de naranja
Ingredientes
Elaboración:
Pon una olla al fuego y vierte un chorrito de aceite en el fondo. Añade los boniatos y la cebolla y el puerro troceado. Rehógalos un par de minutos. Agrega una pizca de pimienta negra y de sal. Remueve de vez en cuando. Después, incorpora el zumo de naranja, cubre los ingredientes con el agua. Cuando estén bien cocidos, tritúralo con la batidora y sirve este plato acompañado de unos picatostes. Por último, decora al gusto.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Bakd&Raw by Karolin Baitinger en Unsplash.