Según los floristas de Flowwow, el marketplace internacional de flores y regalos artesanales, la clave está en lo hecho a mano, lo que transmite emoción y autenticidad. El nuevo lujo será lo artesanal: menos perfección, más intención. Las bodas del próximo año hablarán de amor real, de detalles que se ...
Según los floristas de Flowwow, el marketplace internacional de flores y regalos artesanales, la clave está en lo hecho a mano, lo que transmite emoción y autenticidad. El nuevo lujo será lo artesanal: menos perfección, más intención. Las bodas del próximo año hablarán de amor real, de detalles que se sienten y de belleza imperfecta que conmueve.
Estas son las cinco tendencias florales que definirán el 2026.

El próximo año será el de las novias que se atreven a romper las reglas. El ramo deja de ser un elemento tradicional y se convierte en una declaración artística. Surgen las composiciones asimétricas, los colores inesperados, las flores pintadas a mano y las mezclas de texturas que parecen inspiradas en obras de arte.
Incluso los bolsos florales, tendencia viral en redes, ganan terreno como alternativa al clásico ramo. La clave está en que cada arreglo cuente algo: que sea una extensión de la historia y del carácter de quien lo lleva.

Las flores rígidas o simétricas pierden protagonismo frente a diseños dinámicos y orgánicos. En 2026 veremos tallos que parecen moverse con el aire, ramas que se curvan y composiciones que fluyen como si cobraran vida.
Esta estética, entre natural y cinematográfica, encaja tanto en bodas bohemias como en ceremonias más clásicas, aportando ritmo, frescura y un aire poético incluso a las mesas más formales.

Otra gran tendencia es el regreso a lo natural. Los ramos silvestres, las hojas imperfectas y los verdes que respiran libertad dominarán las bodas del próximo año. Se trata de una belleza sin artificios, conectada con la tierra y con la espontaneidad.
Los floristas de Flowwow hablan de una vuelta al gesto natural: cada tallo tiene un propósito y cada composición está pensada para parecer improvisada, aunque detrás haya un diseño preciso.
En 2026, las flores no solo acompañarán el gran día, también se quedarán después. Gana fuerza la tendencia de la sostenibilidad emocional, con ramos preservados y arreglos pensados para convertirse en parte de la decoración del hogar.
Cada vez más parejas eligen flores que puedan conservar, regalar o reutilizar, manteniendo vivo el recuerdo del enlace mucho tiempo después. Es una manera de que el amor -y la belleza- permanezcan más allá de la ceremonia.

Las flores estarán presentes en cada gesto, pero de forma discreta y elegante. Pequeños broches florales en los bolsos, pétalos decorando los menús, mini bouquets en las copas o en los centros de mesa.
No se trata de llenar el espacio, sino de emocionar. Los detalles significativos recuperan protagonismo frente a la ostentación: gestos sencillos, pero cargados de intención. Porque en un mundo acelerado, las flores siguen siendo el idioma más bello del amor.
Flowwow es una plataforma presente en más de 30 países que conecta a clientes con floristas y artesanos locales. En España, se ha consolidado como un espacio donde encontrar ramos únicos, sostenibles y personalizados.
Más allá de las tendencias, su filosofía se mantiene: regalar y recibir flores continúa siendo uno de los gestos más universales y auténticos de cariño.