La menopausia acompaña a una mujer casi la mitad de su vida. Es por eso que cada vez son más voces las que buscan concienciar sobre esta etapa como algo natural y promover hábitos y apoyos que contribuyan a mejorar su salud y bienestar. Manuel Albi, jefe del Servicio de ...
La menopausia acompaña a una mujer casi la mitad de su vida. Es por eso que cada vez son más voces las que buscan concienciar sobre esta etapa como algo natural y promover hábitos y apoyos que contribuyan a mejorar su salud y bienestar. Manuel Albi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario La Luz de Madrid, recalca que "la menopausia no es una enfermedad, sino un proceso biológico natural que marca el final del periodo reproductivo y el inicio de una nueva etapa de la vida de la mujer".
Se diagnostica tras doce meses consecutivos sin menstruación y se debe a la pérdida de la función folicular de los ovarios. Suele producirse entre los 45 y los 55 años, aunque la edad varía según factores genéticos, sanitarios y de estilo de vida. La fase de transición o perimenopausia puede comenzar varios años antes, y en ella se manifiestan los primeros cambios hormonales y síntomas característicos.
Durante la transición menopáusica, conocida como perimenopausia, las mujeres pueden experimentar síntomas derivados de los cambios hormonales, como sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal, insomnio, cambios de humor, dificultad para concentrarse, aumento de peso o pérdida de masa ósea.
El especialista destaca que "la clave está en entender la menopausia desde un enfoque de salud integral. No se trata solo de aliviar síntomas, sino de acompañar a la mujer en una etapa que puede ocupar más del 40% de su vida".
Para el especialista, la mujer del siglo XXI "está más informada, empoderada y busca vivir esta etapa con plenitud, sin tabúes ni estigmas". Por ello, recomienda un abordaje global que combine hábitos saludables, apoyo psicológico y atención médica personalizada.
Entre sus principales recomendaciones destacan: mantener una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y calcio; practicar ejercicio físico regular y evitar el sobrepeso; reducir el estrés, limitar el consumo de cafeína y evitar el tabaco; favorecer una exposición solar moderada para mejorar la salud ósea; y consultar con el especialista ante síntomas molestos o persistentes, ya que "existen tratamientos eficaces, tanto hormonales como no hormonales, que pueden mejorar notablemente la calidad de vida".
Albi subraya además la necesidad de "eliminar los estigmas asociados a la edad y al envejecimiento. La menopausia no debe vivirse en silencio, sino como una etapa de madurez, equilibrio y oportunidad para cuidar de una misma".