Cuando nos adentramos en la exposición 'Boris Savelev. Viewfinder, una forma de mirar' comprobamos cómo lo que vamos a ver tiene la capacidad de captar totalmente nuestra atención y despertarnos una emoción. Apenas hay retratos, el foco se pone en los pequeños elementos urbanos que habitualmente suelen quedar relegados a ...
Cuando nos adentramos en la exposición 'Boris Savelev. Viewfinder, una forma de mirar' comprobamos cómo lo que vamos a ver tiene la capacidad de captar totalmente nuestra atención y despertarnos una emoción. Apenas hay retratos, el foco se pone en los pequeños elementos urbanos que habitualmente suelen quedar relegados a un segundo plano en la inmensidad de las ciudades, en sus calles vacías o en sus gentes realizando alguna acción, pero rara vez miran a cámara para encontrar la complicidad con el que está al otro lado. Del blanco y negro de los primeros comienzos se pasa al color, las luces y sombras son también muy llamativas, al igual que las tonalidades marcadas que sirven para centrar la mirada en un punto, pero también para generar contraste. En otras, en cambio, predominarán las figuras superpuestas y los reflejos. La penumbra, la desolación, lo tenebroso o lo cotidiano serán trasladados a la fotografía. Las construcciones arquitectónicas también estarán visibles en su proyecto, ya que además de apasionado de la fotografía, es ingeniero aeroespacial, por lo que combina lo mejor de los dos mundos, la creatividad, la técnica y la perfección. Y es que Savelev experimentó con la fotografía en blanco y negro desde los 70 hasta principios de los 80. Después probó con el color a través de la película Orwochrome 32 y el Kodachrome, finalmente le tocó el turno a la fotografía digital.

Nació en Chernivtsi, Ucrania y en sus inicios comenzó realizando sus pinitos como fotógrafo independiente. Él no busca el instante preciso ni tampoco lo fuerza, se deja llevar por lo que encuentra cuando va pasando con su cámara por la calle, preferiblemente lo hace por la mañana o por la tarde, cuando los rayos del amanecer o la caída del sol al atardecer le regalan una estampa lumínica rica en matices, según detalla el comisario de la muestra. Pero su proceso creativo no termina con la captura de la imagen en sí, sino que continúa con un trabajo posterior, sobre todo cuando irrumpe la impresión digital. Aquí es cuando el perfeccionismo de Boris Savelev sale a relucir y crea una impresora plana en colaboración con el estudio Factum Arte, fundado por Adam Lowe, que también es comisario de la exposición, y el ingeniero Dwight Perry. Este dispositivo permite "reproducir las fotografías del artista sobre paneles de aluminio recubiertos de gesso, una mezcla blanca que suele utilizarse para imprimar lienzos y otras superficies antes de pintar. Este proceso permite aplicar varias capas de color cuidadosamente controladas, que son finalmente enceradas y pulidas para darles su acabado definitivo, similar en textura al de la pintura realista", tal y como explican en la descripción de la exposición.
Moscú, San Petersburgo, Nueva York, Londres, Madrid y Galicia son algunos de los escenarios a los que el artista dedica su obra. En 2022 abandona Chernivitsi junto a su mujer Natalia Bohomaz tras la invasión rusa y viajan hasta Madrid, y de ahí a Cambados y finalmente establecen su refugio y residencia habitual en Vigo. El entorno urbano de estos lugares atrapa al fotógrafo hasta tal punto que lo retrata con su cámara y da lugar a una "docena de instantáneas inéditas". La exposición de la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela está compuesta por 103 fotografías de formatos de diversa índole que se exponen junto a diferentes materiales procedentes del archivo personal de Adam Lowe y del propio fotógrafo, así como vídeos explicativos en los que se ahonda un poco más en todo el trabajo posterior de impresión, en el que se extraen cada una de las capas para obtener información más extensa de la fotografía y poder reproducirla de una manera más fidedigna. El 2 de noviembre, esta exhibición protagonizada por el galardonado con el premio PHotoEspaña 2024, cierra sus puertas.

FOTO PRINCIPAL.: Exposición de 'Boris Savelev. Viewfinder, una forma de mirar' en la Cidade da Cultura.