Sharenting: proteger la infancia en tiempos de likes y pantallas

J.Lizcano

En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una extensión natural de nuestras vidas. Documentamos viajes, logros profesionales, momentos familiares y, cómo no, cada paso importante de nuestros hijos: su primera papilla, sus cumpleaños, sus travesuras e incluso sus dificultades. Este fenómeno tiene nombre y cada vez está más presente en el debate digital: sharenting.

30/10/2025

La palabra proviene de la unión de share (compartir) y parenting (crianza), y hace referencia a la tendencia de madres, padres o tutores a publicar de forma frecuente fotos, vídeos e información personal de sus hijos en internet. Aunque suele hacerse con las mejores intenciones, presumir de sus avances, inmortalizar ...

La palabra proviene de la unión de share (compartir) y parenting (crianza), y hace referencia a la tendencia de madres, padres o tutores a publicar de forma frecuente fotos, vídeos e información personal de sus hijos en internet. Aunque suele hacerse con las mejores intenciones, presumir de sus avances, inmortalizar recuerdos, mantener informada a la familia, lo cierto es que el sharenting puede tener riesgos reales para la privacidad y seguridad de los menores.

¿Por qué el sharenting puede ser un problema?

En una era donde lo digital parece eterno, lo que compartimos puede tener consecuencias a largo plazo. Algunas desventajas importantes son:

Pérdida de privacidad: Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de datos que desvelamos sin querer: nombre del niño, colegio, ubicación, rutinas, aficiones… Esa información puede ser usada por desconocidos o empresas sin nuestro control.

Exposición a riesgos de seguridad: Publicar en tiempo real dónde está nuestro hijo, o detalles sobre sus actividades diarias, puede abrir la puerta a situaciones peligrosas, como suplantación de identidad, acoso o incluso amenazas físicas.

Huella digital no consentida: Cada publicación crea una parte de la identidad digital del niño, sin que él haya dado permiso o pueda decidir si quiere que esa información esté disponible para siempre. Muchos expertos alertan de que esto podría afectar su autoestima o incluso su vida adulta, desde su vida social hasta procesos laborales.

- Posible uso indebido de las imágenes: Lamentablemente, existe la posibilidad de que fotos inocentes sean utilizadas con fines ilícitos o circulen fuera del control familiar.

Impacto emocional: Una publicación que hoy parece graciosa, mañana puede convertirse en una fuente de vergüenza para ese niño o adolescente cuando crezca.

Pero no se trata de demonizar las redes sociales, sino de usar el sentido común y proteger la intimidad infantil. Las familias pueden disfrutar de la tecnología sin poner en riesgo a los peques con algunas prácticas responsables.

Consejos para reducir el sharenting y proteger a tus hijos

Pide su opinión (si ya tienen edad para entenderlo): enséñales la foto y pregúntales si quieren que la subas. Fomenta el respeto por sus emociones y su imagen.

Evita datos personales identificativos: nada de uniformes escolares, ubicaciones en tiempo real, nombres completos o direcciones.

Usa controles de privacidad: limita quién puede ver tus publicaciones. Las listas cerradas de amigos o grupos familiares son grandes aliados.

No publiques fotos íntimas: momentos de baño, rabietas, enfermedades o situaciones vulnerables deben ser privados.

- Valora alternativas: crear álbumes digitales privados, enviar fotos por mensajería segura o imprimir recuerdos son opciones más seguras y significativas.

- Sé consciente del futuro: antes de subir algo, pregúntate: "¿cómo se sentirá mi hijo viendo esto dentro de diez años?"

La infancia es un periodo que merece ser protegido. Parte de nuestra responsabilidad como adultos es guiar a los niños en el uso saludable de la tecnología, y eso empieza mostrando que su imagen y su intimidad tienen valor.

Compartir su vida puede parecer un gesto de amor, pero a veces la mejor forma de cuidarlos es mantener ciertos momentos solo para nosotros, para la familia y para el álbum personal que no necesita likes para ser especial.

En definitiva, el sharenting nos invita a reflexionar: ¿publicamos por ellos o por nosotros? Ser más conscientes no significa dejar de presumir de nuestros hijos, sino hacerlo con respeto, seguridad y cuidado. Porque su historia les pertenece y merecen tener voz en cómo se cuenta.

 

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