Entre tantas técnicas de bienestar, hay una que está ganando protagonismo por su sencillez y sus resultados: la respiración de resonancia. También conocida como respiración coherente o respiración a 5-6 ciclos por minuto, esta práctica equilibra tu sistema nervioso, reduce la ansiedad y mejora tu capacidad de concentración… y lo ...
Entre tantas técnicas de bienestar, hay una que está ganando protagonismo por su sencillez y sus resultados: la respiración de resonancia. También conocida como respiración coherente o respiración a 5-6 ciclos por minuto, esta práctica equilibra tu sistema nervioso, reduce la ansiedad y mejora tu capacidad de concentración… y lo mejor es que cualquier persona puede hacerla, en cualquier lugar.
La respiración de resonancia es un patrón respiratorio lento y constante, por lo general alrededor de 5 a 6 respiraciones por minuto, lo que implica inhalar durante unos cinco segundos y exhalar durante otros cinco. Esta cadencia no es casual: está diseñada para sincronizar el corazón, los pulmones y el sistema nervioso autónomo, creando un estado de coherencia fisiológica.
Cuando respiramos a este ritmo, nuestro cuerpo entra en una especie de "modo equilibrio". El corazón late de manera más estable y el sistema nervioso simpático (el que nos activa) y el parasimpático (el que nos calma) encuentran un punto de armonía. Como resultado, la mente se despeja y las emociones se estabilizan.
¿Por qué funciona?
Normalmente, cuando estamos nerviosas, estresadas o mentalmente saturadas, nuestra respiración se vuelve rápida, superficial e irregular. Este patrón envía señales de alarma al cerebro, manteniendo el cuerpo en un estado de alerta constante. La respiración de resonancia hace exactamente lo contrario: manda un mensaje de seguridad a tu cuerpo, permitiendo que baje la tensión y la mente recupere la claridad.
Se ha estudiado que este tipo de respiración aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), un marcador asociado con resiliencia emocional, buena respuesta al estrés y bienestar general. A mayor VFC, mayor capacidad para mantener la calma frente a los desafíos.
Beneficios principales
La respiración de resonancia es como un botón natural de reinicio para tu sistema nervioso. No necesitas experiencia, ni equipamiento, ni mucho tiempo. Solo tu cuerpo, tu atención y un poco de constancia.
- Reduce la ansiedad y el estrés: al activar el sistema nervioso parasimpático, ayuda a salir del modo "lucha o huida".
- Mejora la concentración y la claridad mental: al estabilizar la actividad cerebral y promover un flujo de oxígeno constante.
- Regula las emociones: ideal para momentos en los que las emociones están desbordadas.
- Favorece el sueño: practicarla antes de dormir ayuda a relajar el cuerpo y la mente.
- Aumenta la energía emocional y física: aunque es relajante, también aporta un enfoque sereno y vitalidad.
- Mejora la salud cardiovascular: al armonizar la respiración y el ritmo cardíaco.
Consejos para practicarla mejor
Para empezar a poneren práctica la respiración de resonancia puedes comenzar con este ejercicio sencillo:
- Siéntate con la espalda recta y los hombros relajados.
- Inhala por la nariz contando lentamente hasta 5.
- Exhala por la nariz contando nuevamente hasta 5.
- Mantén un ritmo suave, sin forzar.
- Practica durante 5 minutos, dos veces al día, o cuando lo necesites.
Puedes usar una app, un metrónomo o simplemente seguir un reloj. Con el tiempo, podrás aumentar la duración a 10 minutos. Además, para potenciar sus efectos puedes, por ejemplo, practicarla a la misma hora para crear un hábito; hacerlo en un espacio tranquilo donde te sientas cómoda; comenzar con ciclos más cortos, en caso de notarte muy nerviosa y combinarla con afirmaciones calmantes o música suave.
Si estás buscando una herramienta eficaz para calmar tu ansiedad, conectar contigo y mejorar tu bienestar mental, esta técnica puede convertirse en tu mejor aliada. Respira… y regresa a ti.