El gaslighting (o luz de gas) es una forma de abuso emocional que consiste en hacer que otra persona dude de su percepción, sus recuerdos y hasta de su cordura. El agresor niega hechos evidentes, minimiza emociones, tergiversa conversaciones y genera confusión constante, de modo que la víctima empieza a ...
El gaslighting (o luz de gas) es una forma de abuso emocional que consiste en hacer que otra persona dude de su percepción, sus recuerdos y hasta de su cordura. El agresor niega hechos evidentes, minimiza emociones, tergiversa conversaciones y genera confusión constante, de modo que la víctima empieza a confiar más en la versión del manipulador que en sí misma. Un tipo de manipulación que se da, sobre todo, en relaciones donde hay confianza y afecto de por medio -pareja, familia, amistades, incluso en el trabajo.
El término proviene de una obra y película de los años 40, donde un marido hacía creer a su esposa que estaba "loca" apagando y encendiendo las luces de gas, y negándolo después. Aunque hoy la estrategia es menos cinematográfica, su impacto es igual de devastador.
¿Cómo funciona esta manipulación?
El gaslighting no ocurre de golpe ni de manera evidente. Saber qué es, cómo opera y cuáles son sus señales es un acto de amor propio y de protección emocional. Porque es un proceso gradual en el que el manipulador.
- Niega hechos o conversaciones.
- Minimiza emociones.
- Distorsiona la realidad.
- Cambia de tema y culpa a la víctima.
- Se hace la víctima para generar culpa.
Con el tiempo, esta dinámica desgasta tanto que la persona manipulada duda de sí misma para todo: decisiones, emociones, recuerdos y hasta necesidades básicas.
Señales de que podrías estar sufriendo gaslighting
Si te identificas con varios de estos puntos, es importante prestar atención:
- Constantemente te cuestionas a ti misma y tu memoria
- Sientes que "no puedes confiar en tu criterio"
- Te disculpas por todo, incluso sin saber bien por qué
- Tu autoestima se ha deteriorado desde esa relación
- Sientes miedo de expresar cómo te sientes para "no exagerar"
- Te cuesta tomar decisiones sin aprobación externa
- Te has aislado o sientes vergüenza de pedir ayuda
Un detalle importante: el gaslighting puede empezar con comentarios "ligeros" o en tono de broma. Pero lo que lo define no es la forma, sino el efecto: hacerte dudar de ti.
Romper el ciclo: pasos para recuperar tu poder
Salir del gaslighting toma tiempo y apoyo emocional, pero es absolutamente posible. Algunos pasos clave:
- Confía en tus emociones: Tus sentimientos son válidos, siempre. Nadie puede decirte cómo "deberías" sentirte.
- Habla con alguien de confianza: A veces, escuchar otra perspectiva es como encender una luz donde había sombra.
- Registra hechos y emociones: Escribir ayuda a recuperar claridad cuando alguien intenta distorsionar la realidad.
- Marca límites firmes: Si la otra persona no respeta tus límites, es señal de alerta, no de culpa.
- Busca apoyo profesional si lo necesitas: Un terapeuta puede ayudarte a reconstruir seguridad interna y autoestima.
Reconocer el gaslighting es un acto de valentía. Significa defender tu voz, tu verdad y tu bienestar emocional. Ninguna relación sana te hace dudar de ti; las relaciones que nutren iluminan, no apagan.
¡Y recuerda! Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de amor propio. Tu mente, tus emociones y tu historia importan. No permitas que nadie lo haga parecer distinto.