Microbioma cutáneo, la importancia de nutrir correctamente la microbiota de la piel

Ángela Zorrilla

Durante mucho tiempo, la limpieza facial se ha entendido únicamente como el gesto básico para retirar restos de maquillaje, polución o grasa acumulada. Sin embargo, la verdadera importancia de este ritual diario no reside solo en eliminar impurezas, sino en hacerlo de forma respetuosa, sin comprometer el equilibrio natural de la piel.

13/11/2025

Esta limpieza facial puede ser profunda, pero también delicada, capaz de mantener la piel calmada, hidratada y con su barrera protectora intacta. Una propuesta que devuelve protagonismo a la belleza más honesta, aquella que se expresa sin artificios y que se resume en la fuerza de un rostro lavado. Este concepto ...

Esta limpieza facial puede ser profunda, pero también delicada, capaz de mantener la piel calmada, hidratada y con su barrera protectora intacta. Una propuesta que devuelve protagonismo a la belleza más honesta, aquella que se expresa sin artificios y que se resume en la fuerza de un rostro lavado.

Este concepto de "rostro lavado" no es únicamente la ausencia de maquillaje. Es también un símbolo de confianza y autenticidad: mostrar la piel tal como es, incluso cuando es sensible, reactiva o imperfecta. Una declaración de aceptación personal que redefine la belleza como algo más real y cercano, en un momento en que las rutinas de autocuidado buscan tanto la salud como la naturalidad.

¿Qué es el microbioma cutáneo?

Se trata del conjunto de microorganismos -principalmente bacterias, hongos, virus y ácaros- que habitan de forma natural en nuestra piel. Lejos de ser dañinos, la mayoría de estos microorganismos desempeñan funciones esenciales en la protección y el equilibrio del ecosistema cutáneo

La microbiota de la piel actúa como una primera línea de defensa frente a agentes patógenos. Además, interactúa con el sistema inmunológico, ayudando a regular la respuesta inflamatoria y contribuyendo a mantener una barrera cutánea saludable. Un desequilibrio en esta comunidad microbiana -conocido como disbiosis- puede favorecer la aparición de problemas como acné, dermatitis o infecciones.

Cómo cuidarlo

Nutrir correctamente la microbiota cutánea implica mantener hábitos y cuidados que respeten su equilibrio natural. El uso excesivo de productos antibacterianos o cosméticos agresivos puede eliminar microorganismos beneficiosos, debilitando la barrera protectora. Por ello, es recomendable utilizar limpiadores suaves, evitar la sobreexfoliación y optar por productos que contengan prebióticos, probióticos y postbióticos, los cuales favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas.

La alimentación también influye en la salud del microbioma cutáneo. Una dieta rica en frutas, verduras, grasas saludables y agua contribuye a un entorno interno más equilibrado, lo que se refleja directamente en la piel. Asimismo, evitar el estrés, dormir bien y proteger la piel del sol son medidas que ayudan a mantener un microbioma fuerte y funcional.

Mujer del Mes de Octubre: Neus Moya y su revolución con el calzado respetuoso
El aguacate en la menopausia: beneficios, recetas y cómo incorporarlo a la dieta
La maternidad sin estatus: por qué nuestra cultura no reconoce a las madres

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy