La ciencia de la siesta perfecta: cuánto, cuándo y cómo

Sonia Baños

En esvivir.com te contamos cómo hacer la siesta perfecta para recargar cuerpo y mente sin despertar aturdida ni con la sensación de haber dormido tres días.  

10/11/2025

Dormir a mitad del día: por qué nos sienta tan bien Después de comer, gran parte de la energía se destina a la digestión, lo que provoca esa irresistible sensación de somnolencia. Si a eso le sumamos el estrés, las pantallas y las noches, que no siempre son tan reparadoras como ...

Dormir a mitad del día: por qué nos sienta tan bien

Después de comer, gran parte de la energía se destina a la digestión, lo que provoca esa irresistible sensación de somnolencia. Si a eso le sumamos el estrés, las pantallas y las noches, que no siempre son tan reparadoras como quisiéramos, la fórmula está clara: una siesta corta puede ser justo lo que tu cuerpo necesita.

Y no es solo sensación. Diversos estudios demuestran que una siesta breve mejora la concentración, la memoria y el estado de ánimo, reduce el estrés y hasta fortalece el sistema inmunitario. Dormir un poco a media tarde puede ser una de las formas más simples y efectivas de cuidar tu bienestar. Pero -como todo en la vida- hay que saber hacerlo bien.

Cuánto y cuándo dormir para aprovechar la siesta

La duración es clave. Si duermes demasiado, entras en una fase de sueño profundo y te despertarás con esa temida "resaca de siesta". Si duermes muy poco, el cuerpo no llega a relajarse.

Los expertos coinciden: el tiempo ideal es entre 10 y 30 minutos. Es suficiente para que el cerebro se recargue sin caer en fases profundas de sueño.

En cuanto a la hora, el mejor momento está entre las 13:00 y las 16:00, cuando los niveles naturales de energía descienden y el cuerpo pide una pausa.

Y un truco curioso que puede funcionar: el coffee nap. Consiste en tomarte un café justo antes de dormir. La cafeína tarda unos 20 minutos en hacer efecto, así que cuando despiertes te sentirás descansada y despejada.

Cómo preparar el escenario perfecto

1. Busca un lugar tranquilo. No tiene que ser una cama; un sofá, una tumbona o incluso el asiento del coche sirven si puedes reclinarte un poco.

2. Silencia el móvil. O al menos pon una alarma suave para no pasarte del tiempo.

3. Reduce la luz. Cierra las cortinas o usa un antifaz: menos estímulos, más descanso.

4. Cúbrete ligeramente. La temperatura corporal baja al dormir, y un pequeño abrigo ayuda a relajarte.

5. No te exijas dormir. A veces basta con cerrar los ojos y dejar que la mente repose.

La siesta no es una competición ni una obligación, es un regalo para tu cuerpo y tu mente.

Qué evitar si no quieres despertar peor

  • Dormir más de 40 minutos: entrarás en sueño profundo y te costará despejarte.
     
  • Hacerla después de las 17:00: puede interferir con tu descanso nocturno.
     
  • Convertirla en rutina forzada: la siesta debe ser un placer, no un deber.
     

Escucha a tu cuerpo. Habrá días en los que diez minutos basten y otros en los que necesites veinte. No se trata de seguir reglas, sino de encontrar tu propio equilibrio.

Dormir no es perder el tiempo, es ganarlo

La próxima vez que alguien te diga que dormir a media tarde es de vagas, recuérdale que los países más productivos del mundo promueven el descanso consciente. La siesta no es un lujo: es una herramienta de bienestar.

Así que cuando sientas que el cuerpo te pide cerrar los ojos, hazle caso. Cinco, diez o veinte minutos pueden cambiarte el día. Porque, a veces, dormir un poco es la forma más rápida de despertar del todo.

 

El aguacate en la menopausia: beneficios, recetas y cómo incorporarlo a la dieta
La maternidad sin estatus: por qué nuestra cultura no reconoce a las madres
Reto 30 días para transformar tu vida sin azúcar y sin redes sociales

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy