1 de cada 10 mujeres sufren lipedema, un trastorno progresivo del tejido graso subcutáneo caracterizado por una acumulación simétrica y desproporcionada de grasa, principalmente en piernas y brazos, acompañada de dolor, sensibilidad aumentada y tendencia a los hematomas. A pesar de haberse descrito hace décadas, sigue siendo poco diagnosticado y ...
1 de cada 10 mujeres sufren lipedema, un trastorno progresivo del tejido graso subcutáneo caracterizado por una acumulación simétrica y desproporcionada de grasa, principalmente en piernas y brazos, acompañada de dolor, sensibilidad aumentada y tendencia a los hematomas. A pesar de haberse descrito hace décadas, sigue siendo poco diagnosticado y frecuentemente confundido con obesidad o linfedema. Los tratamientos actuales se limitan a medidas reductivas o paliativas (como drenaje linfático, compresión o liposucción), que no abordan las causas profundas del dolor y cuyos efectos suelen desaparecer en pocos meses.
Un estudio publicado recientemente en la revista científica Cureus ha aportado una nueva perspectiva sobre el tratamiento del lipedema, abriendo la puerta a encontrar por fin una solución terapéutica efectiva. El trabajo, titulado "Radioelectric Asymmetric Conveyer (REAC) Neuropostural Optimization (NPO) for Pain in Lipedema: A Sham-Controlled Study", es el primer estudio controlado con placebo (sham) que evalúa los efectos de una intervención de neuromodulación no invasiva sobre el dolor en pacientes con lipedema.
El estudio, de tipo retrospectivo y con diseño controlado, analizó a 83 mujeres con lipedema en estadios 2 a 5, que recibieron en la misma sesión un tratamiento simulado sin efecto activo y posteriormente una intervención real con el protocolo Neuropostural Optimization (NPO), basado en la tecnología de neuromodulación REAC (Radio Electric Asymmetric Conveyer). Los resultados fueron llamativos: mientras el procedimiento simulado no produjo cambios significativos, el tratamiento real redujo el dolor en más de 3,5 puntos en la escala analógica visual (VAS).Todas las participantes experimentaron mejoría, independientemente del grado de severidad del lipedema, y no se reportaron efectos adversos.
El estudio propone que parte del dolor del lipedema podría originarse en una alteración neuromotora conocida como disimetría funcional (Functional Dysmetria, FD), un patrón de respuesta postural disfuncional relacionado con el estrés epigenético y el desequilibrio en la integración sensoriomotora. La corrección de esta disimetría mediante neuromodulación NPO parece restablecer la coordinación corporal y disminuir la sobrecarga biomecánica y neuroinflamatoria, reduciendo así el dolor de forma inmediata.
"Estos resultados apoyan la hipótesis de que el dolor en el lipedema no depende únicamente de la grasa o del sistema linfático, sino también de un desajuste neurofuncional más profundo", señala el artículo. "Al actuar sobre la raíz neuromotora del problema, la neuromodulación podría representar un nuevo paradigma terapéutico".
Aunque el estudio tiene limitaciones propias de su diseño retrospectivo y no evalúa los efectos a largo plazo, representa un avance pionero en la comprensión del lipedema como enfermedad con componente neurobiológico. Los autores subrayan la necesidad de nuevas investigaciones multicéntricas y longitudinales para confirmar la durabilidad de los resultados y explorar su impacto funcional y emocional.
La publicación en Cureus, una plataforma médica de acceso abierto revisada por pares, aporta validación científica independiente a un tema tradicionalmente relegado a enfoques meramente estéticos o paliativos. Si estos hallazgos se confirman, la neuromodulación podría abrir una nueva vía para abordar no solo el dolor del lipedema, sino también otras condiciones crónicas donde el sistema nervioso juega un papel clave en la persistencia del dolor y la disfunción motora.