Ejercicios que puedes hacer mientras cocinas

Sonia Baños

Si crees que no tienes tiempo para moverte, quizá solo necesites mirar tu casa con otros ojos. Porque sí: mientras esperas a que hierva el agua o el horno haga su magia, puedes aprovechar esos minutos para activar el cuerpo. En esvivir.com te contamos cómo convertir la cocina en tu mini gimnasio, sin riesgo de que el arroz se pase ni la cena termine en desastre.

20/11/2025

Moverse sin complicacionesNo hace falta ponerse mallas ni seguir una rutina estricta. La idea es sencilla: aprovechar los pequeños tiempos muertos de la cocina para mover el cuerpo y mejorar la circulación. Aunque parezca poco, cinco o diez minutos de actividad ligera varias veces al día pueden marcar una gran ...

Moverse sin complicaciones

No hace falta ponerse mallas ni seguir una rutina estricta. La idea es sencilla: aprovechar los pequeños tiempos muertos de la cocina para mover el cuerpo y mejorar la circulación. Aunque parezca poco, cinco o diez minutos de actividad ligera varias veces al día pueden marcar una gran diferencia. Y lo mejor es que no necesitas salir de casa ni dejar de hacer lo que ya haces.

Ejercicios fáciles (y efectivos) entre fogones

Sentadillas mientras esperas
Cada vez que pongas algo en el microondas o en el horno, haz unas cuantas sentadillas suaves. Mantén la espalda recta y baja hasta donde te resulte cómodo. Fortalecerás piernas y glúteos sin esfuerzo añadido.

Elevaciones de talones mientras remueves
Mientras cocinas o lavas los platos, sube y baja sobre la punta de los pies. Este gesto mejora la circulación y tonifica los gemelos.

Plancha de encimera
Apoya las manos en la encimera, lleva los pies hacia atrás y mantén el cuerpo recto unos segundos. Es una versión accesible de la plancha clásica que fortalece abdomen, brazos y espalda.

Estiramiento del gato versión fregadero
Coloca las manos en el borde del fregadero y lleva el tronco hacia atrás, dejando caer la cabeza entre los brazos. Alarga la espalda y libera tensión de cuello y hombros.

Equilibrio mientras pelas verduras
Ponte sobre una pierna y cambia cada cierto tiempo. Este ejercicio mejora tu estabilidad y coordinación (eso sí, mucha atención si tienes un cuchillo en la mano).

Bailar mientras cocinas
Sí, cuenta como ejercicio. Bailar unos minutos libera endorfinas, acelera el metabolismo y mejora el humor. Y si el cucharón se convierte en micrófono, mejor todavía.

Pequeños gestos, grandes resultados

No se trata de sustituir el ejercicio físico, sino de sumar movimiento de manera natural a tu rutina diaria. El cuerpo no entiende de gimnasios, entiende de actividad. Lo importante es mantenerte en movimiento, activar la musculatura y evitar pasar demasiado tiempo sentada.

Además, este tipo de mini rutinas tiene un efecto extra: mejora el estado de ánimo. Moverte al ritmo de tu día genera sensación de energía, vitalidad y satisfacción.

Aprovecha el poder de la rutina

Haz que estos movimientos formen parte de tu día. Puedes asignar un gesto a cada momento:

  • Mientras hierve el agua → sentadillas.

  • Mientras el horno calienta → plancha de encimera.

  • Mientras friegas → elevaciones de talones.

Poco a poco, tu cuerpo lo pedirá solo, y tú te moverás casi sin pensarlo.

Cuidarte no siempre requiere tiempo, solo intención

Tu cocina puede ser tu gimnasio improvisado, un lugar para cocinar y cuidarte al mismo tiempo. El movimiento está en tu día a día, no solo en una hora de entrenamiento.

Así que la próxima vez que te pongas el delantal, añade música, sonríe y mueve el cuerpo.



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