El farmacéutico Héctor Núñez, conocido como Cosmetocrítico, explica qué ocurre exactamente a nivel cutáneo durante el embarazo, qué ingredientes conviene usar y cuáles es mejor evitar, y por qué el ácido azelaico se convierte en una de las mejores alternativas al retinol. ¿Qué le pasa a la piel cuando te quedas ...
El farmacéutico Héctor Núñez, conocido como Cosmetocrítico, explica qué ocurre exactamente a nivel cutáneo durante el embarazo, qué ingredientes conviene usar y cuáles es mejor evitar, y por qué el ácido azelaico se convierte en una de las mejores alternativas al retinol.
Los cambios fisiológicos de la piel durante el embarazo se deben a alteraciones hormonales, metabólicas e inmunológicas necesarias para sostener el desarrollo fetal.
El aumento de estrógenos, progesterona y la hormona estimulante de los melanocitos incrementa la actividad de estos, favoreciendo la hiperpigmentación. Aunque el componente hormonal es clave, suele existir también un daño solar previo que aumenta la probabilidad de manchas. Estos niveles hormonales elevados también influyen en la dilatación vascular.
Por otro lado, la elevación de relaxina y corticosteroides modifica el tejido conectivo, reduciendo la integridad del colágeno y la elastina y predisponiendo a la aparición de estrías, especialmente en abdomen, pecho y muslos.
El embarazo también afecta a la función barrera: se reducen los lípidos de la superficie cutánea, disminuyen los ácidos grasos y se alteran las ceramidas, lo que hace que la piel sea más reactiva y propensa a irritarse.
La limpieza diaria debe hacerse con fórmulas respetuosas que no resequen. Si un limpiador deja sensación de tirantez, no es el adecuado para este momento, sobre todo teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la función barrera.
Para limitar la aparición de hiperpigmentación, se recomienda un serum antioxidante con propiedades despigmentantes. La niacinamida es una buena opción porque actúa sobre la formación del pigmento por vía indirecta, reduce la oxidación y refuerza la barrera cutánea.
Es importante elegir una crema adaptada al tipo de piel con ingredientes que restauren la barrera, como:
Ceramidas
Niacinamida
Lípidos esenciales
Factor Natural de Hidratación (NMF)
El fotoprotector diario es imprescindible para prevenir manchas nuevas y evitar que las existentes se intensifiquen.
Durante el embarazo, el retinol no es recomendable. Para tratar manchas y posibles brotes de acné —frecuentes en esta etapa— Núñez recomienda el ácido azelaico por la noche.
Puede producir cierta sequedad, por lo que conviene empezar alternando noches y observar la tolerancia. Si antes del embarazo se usaba retinol para mejorar firmeza o arrugas, puede combinarse el azelaico con péptidos para reforzar su efecto.
La mayor carga vascular puede provocar piernas cansadas. Evitar estar largos periodos de pie o sentada y realizar pequeños ejercicios de movilidad ayuda a mejorar la circulación. También pueden ser útiles los baños de agua fría o cosméticos con extractos botánicos que no incluyan mentol.
Para prevenir y mejorar las estrías, se recomiendan fórmulas con ingredientes que estimulen colágeno y elastina, como extracto de guarango o microalgas, junto a aceites vegetales que favorezcan la elasticidad, como:
Almendras dulces
Borraja
Chía
La clave está en la constancia y en empezar antes de que aparezcan.
Por precaución, conviene prescindir de:
Retinoides
Ácido salicílico y urea en altas concentraciones
Ácido tranexámico
Aceites esenciales
Mentol
Las estrías y el melasma son los cambios cutáneos que con más frecuencia se mantienen tras el parto. Las alteraciones vasculares y los cambios en pelo y uñas suelen resolverse en semanas o meses.
Las estrías tienden a quedarse, aunque se atenúan con el tiempo. El melasma puede mejorar, pero puede persistir durante meses o incluso años si la exposición solar continúa o si el fototipo es más alto.
En el posparto, si se desea un tratamiento más intensivo, pueden introducirse productos corporales con retinoides, vitamina C y niacinamida, especialmente si las estrías ya han aparecido. Cuando se vuelven blancas, la eficacia de la cosmética es limitada.


Si la piel no presenta problemas específicos, lo esencial es apostar por la prevención:
Un fotoprotector con antioxidantes.
Un producto corporal que mantenga la elasticidad y prevenga estrías.
Con solo dos productos se puede mantener una rutina sencilla y eficaz.
Osmofoam: limpiador facial suave en textura espuma. PVP: 24,90€
Lift & Bright AOX: sérum antioxidante de día para mejorar arrugas, manchas y firmeza. PVP: 42,90€
Waterwave: cremigel reparador con acción seborreguladora e iluminadora para piel normal o grasa. PVP: 39,90€
Ultra Lipid Repair: crema emoliente para piel seca y fragilizada. PVP: 49,90€
Body Elastic: loción corporal para prevenir estrías y mantener la elasticidad. PVP: 36,90€
Body Re-Master (solo posparto): sérum corporal con retinol, vitaminas y ceramidas. PVP: 48,95€