PSH, la marca de dermocosmética especializada en la salud dérmica de las mascotas, con más de 60 años de experiencia en formulaciones específicas desarrolladas por farmacéuticos especialistas, propone cinco consejos para cuidar la piel de tu perro o tu gato durante este invierno. 1-Hidrátalo desde el interior y el exterior Es importante ...
PSH, la marca de dermocosmética especializada en la salud dérmica de las mascotas, con más de 60 años de experiencia en formulaciones específicas desarrolladas por farmacéuticos especialistas, propone cinco consejos para cuidar la piel de tu perro o tu gato durante este invierno.
Es importante que tu mascota esté bien hidratada y tenga siempre agua fresca, aunque en invierno beba menos. Una piel saludable comienza con una buena hidratación. Pero si, a pesar de ello, detectas sequedad o descamación en su piel, es bueno complementar su hidratación con productos tópicos específicos para animales y nunca usar fórmulas humanas que pueden irritar su piel.

A la hora del baño, usa champús y acondicionadores formulados específicamente para mascotas, como los de PSH. Preferiblemente con ingredientes como aloe vera, aceite de argán o avena. Además, procura no lavarlos con agua demasiado caliente, ya que la alta temperatura puede eliminar sus aceites naturales protectores. Y eso, puede agravar la sequedad.
Del mismo modo, tras el baño o después de un paseo bajo la lluvia, procura secarlo de forma cuidadosa y completa. Es importante elegir una toalla de alta calidad, que sea muy absorbente y suave con su pelaje, que permita un secado completo y evite el secador, que puede resultar muy agresivo para su piel. Ten especial atención a la hora de secar las zonas sensibles, como entre los dedos o los pliegues cutáneos, para evitar la humedad residual. Un buen ejemplo de toalla eficiente para tu mascota es la toalla de carbono ionizado de PSH.

La aplicación de bálsamos naturales o protectores dérmicos puede ayudar a prevenir grietas y lesiones en zonas sensibles como las almohadillas, la trufa o las orejas. Además, en razas pequeñas o de pelo corto, es bueno el uso de prendas térmicas. Eso sí, siempre con la recomendación de un veterinario.
Cualquier síntoma de picor, enrojecimiento o descamación no debe pasarse por alto. Ante cualquiera de estos síntomas debes acudir al veterinario, y será él el que determine si se trata de una dermatitis, una reacción al frío u otro tipo de afección. Y, sobre todo, seguir siempre el tratamiento y las recomendaciones propuestas por el profesional.
El cuidado de la piel en invierno no es un lujo, sino una parte esencial del bienestar animal. Una rutina preventiva sencilla puede evitar molestias, infecciones y visitas innecesarias a la clínica veterinaria.