En este octubre rosa, desde Esvivir.com queremos darte algunos sencillos consejos sobre cómo explorar tus senos para prevenir el cáncer de mama, pues la prevención es, sin duda, la herramienta principal que disponemos. Sobre todo porque alrededor de un 20% de los tumores de mama se detectan gracias a la ...
En este octubre rosa, desde Esvivir.com queremos darte algunos sencillos consejos sobre cómo explorar tus senos para prevenir el cáncer de mama, pues la prevención es, sin duda, la herramienta principal que disponemos. Sobre todo porque alrededor de un 20% de los tumores de mama se detectan gracias a la autoexploración. Y aunque los expertos aconsejan hacerlo a partir de los 20 años, estudios recientes afirman que solo 1 de cada 10 mujeres entre 25 y 50 años se observan minuciosamente el pecho, al menos, una vez al mes. El mejor momento para examinar tus senos y detectar cualquier anomalía, explican los médicos, es entre el quinto y séptimo día desde el comienzo de la regla. Si estás en la menopausia se aumenta el riesgo de desarrollar tumores, por lo que resulta aún más importante dicho examen.
El objetivo principal es que debes fijarte que no se produzcan cambios en la forma de tu pecho, su tamaño o que haya alguna modificación extraña en la superficie de la piel. Aparte de comprobar si se inflaman o si te aparece algún tipo de enrojecimento, arrugas, surgen bultos, cambio de posición del pezón o te duelen.
Paso 1: ponte frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y mírate las mamas. Debe ver que las mamas son normales en cuanto a color, tamaño y forma.
Paso 2: levanta los brazos y fíjate si notas algún tipo de alteración, dolor, inflamación, etc. Aún frente al espejo, fíjate si te sale líquido de uno o ambos pezones o incluso sangre.
Paso 3: túmbate en la cama y coloca el brazo derecho detrás de la cabeza. Con las yemas de los dedos de la mano izquierda recorre el seno derecho trazando líneas de arriba abajo (del cuello hasta las costillas) y pequeños círculos.
Paso 4: repasa cada una de estas líneas haciendo dos niveles de presión, primero de manera leve y luego más profundo. Después, repite la exploración en la otra mama.
Paso 5: palpa la axila con el brazo ligeramente elevado. No levantes completamente el brazo porque el tejido estará rígido y será difícil examinar la zona. Después exprime suavemente el pezón para comprobar que no sale líquido.