Comienza con los entrantes. Las croquetas y las empanadillas suelen ser pequeños bocados que conquistan hasta los paladares más exigentes. La clave está en que elijas ingredientes para el relleno bajos en calorías y, en vez de pasarlas por la sartén, para que se frían, emplea el horno. Verduras, manzana ...
Comienza con los entrantes. Las croquetas y las empanadillas suelen ser pequeños bocados que conquistan hasta los paladares más exigentes. La clave está en que elijas ingredientes para el relleno bajos en calorías y, en vez de pasarlas por la sartén, para que se frían, emplea el horno. Verduras, manzana y nueces, pollo y pimientos, espinacas y queso, son muchos los comestibles que puedes añadir a la receta. Sólo es cuestión de que experimentes y te dejes llevar.
Lava bien el brócoli con agua, córtale el tallo, y extrae los ramilletes. Pon un cazo con agua a hervir, y añádele el brócoli con un poco de sal. Deja que se haga durante aproximadamente diez minutos. Cuando esté listo retíralo, escúrrelo y mételo en un bol para triturarlo. En el mismo recipiente añade la cebolla, el pan rallado, y el parmesano. Mézclalo todo bien con ayuda de una espátula de madera. Después, añade una pizca de sal y un huevo. Remueve todo. Una vez listo, comienza a darle forma de croqueta a la masa con ayuda de las manos. En una bandeja de horno, pon papel encima y vete depositando cada una de las croquetas. Pásale un pincel de aceite por encima a cada una de ellas. Hornéalas durante 20 minutos a 180ºC. Pasado ese tiempo, ya estarán listas para servir.
Ahora toca preparar el primer plato. Esta vez será pescado, podrás seleccionar la variedad que más te convenza y te guste. En nuestro caso hemos elegido merluza en salsa con gambas. Una receta fácil, sencilla y sana, pero con un toque diferente. Como segundo plato puedes hacer carne de ternera con alguna sorpresa que otra dentro.
Primero, limpia y corta la merluza en rodajas. Pásala por harina y ponla a dorar en una pota con aceite a fuego lento con un poco de sal. En un cazo pon a cocer un puñado de guisantes con patatas y espolvorea sal por encima. Cuando el pescado esté dorado por ambas partes. Resérvalo. Mientras tanto en un bol, pon el agua fría, añade unas cucharadas de harina, un poco de aceite de freír el pescado (mira que ya haya enfriado), un puñado de guisantes que ya estén cocidos y bátelo todo bien. Tras este paso, en la misma pota de antes vuelve a poner la merluza, con los guisantes que te hayan sobrado y la salsa anterior, así como también las patatas y las gambas, con un chorrito de vino blanco por encima. Dale un golpe de calor a todo y emplata.
Coge la carne y con ayuda de un pincho de cocina haz un agujero en el centro para introducir la zanahoria dentro. Echa un poco de sal y pásala por harina vuelta y vuelta, sin que lleve este ingrediente en exceso. En una sartén con un poco de aceite ponla a dorar. Cuando haya cogido color por todas partes, resérvala. En una pota pon la cebolla, con los dientes de ajo y el perejil bien picados con un chorrito de aceite, junto con la ternera. Una vez que la cebolla se poche, agrega el vino blanco. Esto tendrá que hacerse a fuego lento y tendrás que ir rehogándola con la salsa de la carne por encima, dándole vueltas para que se vaya haciendo por todas partes. Sírvelo cortado en rodajas. Verás que efecto más distinguido le das al plato, ya que tendrá una rodaja de zanahoria en su interior. Podrás acompañarlo con ensalada, verduras salteadas, puré, etc.
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