Es hora de dejarse llevar buscando un lugar en el que relajarse en uno de estos compartimentos de agua cristalina. Para acceder a ellos en ocasiones es preciso realizar una especie de ruta senderista pero no supondrá un mayor problema porque la caminata merecerá la pena cuando el regalo final sea el de estar en contacto con los manantiales, pozas, estanques, piedras rocosas y donde se pueda abrazar el paisaje verde.

A escasos minutos de Pontevedra, en Barro (Galicia) se encuentra el "Parque da Natureza do Río Barosa" (Parque de la Naturaleza del Río Barosa) un reducto natural en el que al pasar un sendero y un pequeño puente de madera te esperará una bonita cascada que dejará distintas pozas y toboganes naturales a su paso. Un total de diecisiete molinos arroparán el curso del río a lo largo de la ruta. Un paraje idóneo, seguro y tranquilo para visitar en familia. Para reponer fuerzas hay un área recreativa en la que poder improvisar un pícnic o darte un capricho y comer en el Restaurante Muiñada de Barosa, ubicado a escasos metros de este entorno idílico.

Cuando el cielo, la montaña y el mar conviven en armonía surge un paraíso mágico donde el agua emerge con fuerza y cae en picado por la roca hasta unirse con el agua salada. Se trata de "O Ézaro", en Dumbría (A Coruña), en el que desemboca el río Xallas con una altura pronunciada de casi 100 metros arropada por las rocas de granito. Además de contemplar esta hermosa creación natural si asciendes a su mirador visualizarás el imponente monte Pinto, el cabo Fisterra (que te recordará que el fin del mundo está más cerca) y las islas Lobeiras. A los pies de la cascada están situadas las antiguas instalaciones de la central hidroeléctrica, que hoy en día alberga un centro de interpretación para visitantes.

Dejando la Comunidad gallega atrás proseguimos nuestro camino al Espacio Natural Protegido de la Riera de Merlès, en Barcelona. Este sistema fluvial con cascadas, desfiladeros, pozas, restos de molinos y rodeado de naturaleza nos recuerda un poco al entorno pontevedrés de Barro. Se pueden realizar diferentes rutas de senderismo, admirar su rica flora y fauna, darse un buen baño o reponer fuerzas tras una larga jornada laboral. Cuenta con una zona reservada para pícnic y aparcamiento.

En, Extremadura desplázate hasta La Garganta de los Infiernos, en Cáceres, en pleno Valle del Jerte, para dejarte seducir por sus preciosos parajes naturales, sus saltos de agua y pozas. El disfrute estará más que asegurado en esta reserva natural, podrás bañarte en las pozas de Los Pilones, realizar alguna que otra ruta de senderismo para averiguar un poco más sobre su flora y fauna, ascender hasta el mirador del Chorrero de la Virgen e inmortalizar dicho momento.

Y en Portugal…

Te proponemos dos sugerencias por si acaso tienes previsto viajar este verano o hacerlo en un futuro a este país. Nuestra primera recomendación es que pruebes las piscinas naturales a escasos metros de la playa de Tamariz, Estoril y su extenso Paseo Marítimo que conecta con la localidad de Cascais. Al igual que las anteriores son de acceso público. El agua salada baña este lugar que cuenta con pequeñas escalinatas de piedra. Un lugar también recomendado para acudir en compañía y pasar un buen rato refrescándote en sus aguas admirando el paisaje interior y el que el mar te ofrece.

Sin salir de Portugal, pero cambiando de zona (en Leça da Palmeira) está la famosa Piscina das Marés, obra del reconocido arquitecto Álvaro Siza. Este emblemático lugar fue inaugurado en 1966 pero no será hasta el año 2011 cuando sea reconocido como Monumento Nacional, después de que se llevarán a cabo trabajos de rehabilitación del conjunto y de su sistema de filtrado y tratamiento del agua. Cuenta con vestuarios y hay que pagar por utilizar dicha instalación, pudiendo estar allí un día entero o medio día.

FOTO PRINCIPAL.: Piscinas naturales en Estoril, en Portugal.