El año pasado fue un año bastante complicado para los establecimientos que formaban parte de las rutas del vino en nuestro país. La pandemia supuso un duro golpe para el sector enoturístico en número de visitas, que experimentó un descenso con respecto a años anteriores. De hecho, las rutas de vino ...
El año pasado fue un año bastante complicado para los establecimientos que formaban parte de las rutas del vino en nuestro país. La pandemia supuso un duro golpe para el sector enoturístico en número de visitas, que experimentó un descenso con respecto a años anteriores.
De hecho, las rutas de vino pertenecientes a Aragón, Campo de Borja, Calatayud o Somontano sufrieron desplomes de hasta el 72% con respecto al ejercicio 2019, algo similar si tenemos en cuenta el resto de empresas nacionales.
Las restricciones y el confinamiento impuesto el año pasado, causó lo inevitable y el número de visitantes cayó en picado, más aún tras el avance del coronavirus en las localidades donde suelen tener lugar las rutas del vino, como sucede en el caso de Aragón. Con el Covid-19, la tendencia ascendente que la industria experimentó en los últimos años se quebrantó.
El recorrido por las bodegas despierta mucho interés. De hecho, muchas personas se decantaron por esta actividad por encima de la visita a museos. Sin embargo, su descenso fue increíble. Es el caso de Somontano, una de las rutas con mayor número de visitantes, que sufrió un descenso de aproximadamente el 70%.
No hace mucho tuvo lugar el Día Mundial del Enoturismo y, por suerte, llegó con buenos datos que no han causado indiferencia. Tal y como señalan desde el Observatorio Turístico de las Rutas del vino, desde el segundo semestre del año pasado hasta este primer semestre, el sector ha sido una actividad bastante demandada. En esos meses, las personas buscaban lugares seguros en los que poder disfrutar y el entorno rural se convirtió en algo adecuado para ello.
El aumento de visitantes, además, llegó con un incremento del gasto medio en torno a los 173€ por persona y día, cuya estancia media asciende a unos 424€ tras disfrutar de un fin de semana largo o una escapada de dos o tres días. Lo ideal es que la gente se anime para disfrutar de este tipo de rutas durante más días. Sin embargo, estamos hablando de un gasto realmente importante y, por el momento, la gente se conforma con estancias más cortas.
El perfil que suele demandar este tipo de alojamientos rurales, donde la gastronomía es uno de los puntos más fuertes, corresponde a parejas. Hoy por hoy y a pesar del enorme parón del año pasado, las rutas del vino siguen publicitándose como actividades culturales y medioambientales con escenarios naturales hermosos dotados de bodegas, donde poder degustar el mejor vino acompañado del mejor aperitivo de cada tierra, ya sea queso, jamón o embutido ibérico.
¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.
Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.
Acceso a noticias y newsletters exclusivas
Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos
¿Te lo vas a perder?
Acceder