Entre ellos, animarle a comer frutas, verduras, pescado, frutos secos; pero también, limitarle el consumo de chuches, refrescos edulcorados, grasas o alimentos procesados. Si quieres saber cómo, puede consultarlo en este artículo que explica como enseñar a comer bien a los niños.

Tras el nacimiento, se alimentará exclusivamente de leche materna o adaptada, pero cuando alcance una determinada edad, debes ir introduciendo los nuevos alimentos siguiendo las indicaciones de su pediatra. A partir de los siete meses debería comenzar a tomar la leche de fórmula hasta que cumpla el año. La comida sólida se deberá incorporar a partir de los 4-6 meses según la indicación del pediatra y no todos los alimentos a la vez, para observar cómo los asimila y controlar la aparición de posibles alergias o intolerancias. Aquí se incluye la fruta, verdura, carne, pescado y huevo. Si quieres saber cómo introducir esos alimentos visita el siguiente enlace para saber como introducir los alimentos solidos.

Si es de los que les cuesta comer, no debes desesperarte, pues siempre habrá una solución. Suele ser una cuestión de hábitos que habrás de corregir, si es preciso con la ayuda del pediatra, pero raramente desembocará en un problema de desnutrición. Una buena medida educativa será prescindir de todo tipo de pantallas que le puedan distraer (tablet, televisión, móvil…) y dar ejemplo variando la dieta familiar con frecuencia. No estará de más seguir unos cuantos consejos para lograr su adherencia a una dieta sana.

Si el problema es otro, y el niño empieza a tener un peso excesivo para su edad, has de tomar cartas en el asunto, pues las tasas de obesidad infantil están aumentando de manera preocupante en nuestra sociedad, adquiriendo prematuramente patologías propias de adultos como la hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y un largo etcétera, que pueden llegar a ser graves. Los factores más destacables que influyen en el sobrepeso del niño, serían el sobrepeso de la madre antes y/o durante el embarazo, el consumo de tabaco durante el embarazo, que el bebé pese mucho al nacer, la alimentación en los primeros meses de vida o que engorde mucho en esos primeros meses. Con el bebé en casa has de ocuparte de prevenir estos últimos. Para ayudarte a saber cómo puedes prevenir la obesidad infantil pincha aquí.

También puede suceder que, dado lo inadecuado de su dieta, el niño presente algunas carencias vitamínicas. Con una alimentación equilibrada, ningún elemento debería faltar en aquélla, incluyendo las vitaminas, que son fundamentales para su desarrollo físico e intelectual. Pero no es buena idea suplementarlas de manera artificial salvo indicación concreta del pediatra. Ningún alimento contiene todas las vitaminas precisas, por lo que la dieta debe ser variada para conseguir el aporte adecuado y en las concentraciones precisas. Para ello es necesario incluir alimentos de todos los grupos de la pirámide nutricional en el menú infantil. Infórmate mejor a través de este enlace para conocer las vitaminas necesarias para los niños.